Nos encanta que nuestros hijos salten, corran y se tiren por el suelo. Verles activos y felices nos llena de alegría y satisfacción, pero nos desanimamos cuando nos encontramos la mitad de sus pantalones destrozados, casi siempre a la altura de la rodilla. Personalmente, odio los parches, pero con tres hijos muy seguidos de edad, quiero poder aprovechar esas prendas que están perfectas excepto por el roto a mitad de la pernera.
Hace unos meses descubrí los "monster knees" (literalmente, rodillas monstruosas), y me encantaron, así que en cuanto he tenido la oportunidad, lo he llevado a la práctica.
Sólo necesitas un pantalón roto, tela de colores y algo de imaginación. Seguro que se os ocurren mil ideas.
Yo he utilizado tela roja, fieltro blanco y negro, y algo de paciencia ¿Qué os parece? Mis hijos están encantados y ¡me piden más!